Misiones estalla al calor de la impericia política

La crisis económica, el surgimiento de la Renovación NEO y el desplazamiento de antiguos dirigentes dialoguistas del oficialismo, el caldo de cultivo para la explosión colectiva.
Misiones policía
La protesta en la avenida Uruguay. Foto: Somos Télam.

Por Federico García

El humo negro de gomas quemadas que se pierden en el cielo de la ecológica provincia de Misiones refleja el estallido de una mecha que, al contrario de la versión oficialista, viene prendida hace rato y que, al parecer, lejos está de aplacarse.

Cual virus contagioso, a la protesta de los docentes misioneros se fueron sumando otros sectores que compartían el mismo reclamo por mejores salarios, contexto que terminó de escalar con la toma del Comando Radioeléctrico de Posadas por parte de un grupo de policías, tanto retirados como activos, lo cual dio inicio a una causa judicial por sedición.

En las últimas semanas, a las marchas y acampes del Frente de Trabajadores de la Educación en Lucha (FTEL), un conglomerado de gremios no alineados al gobierno renovador, se acercaron, primero, los trabajadores de la salud y, luego, los retirados de la Policía y del Servicio Penitenciario Provincial (SPP). Pequeños focos se convirtieron en un gran incendio.

La olla se fue recalentando hasta que, de la mano de la caída de las distintas mesas de diálogo y la falta de una propuesta concreta por parte de las autoridades, los docentes obligaron a suspender la sesión al ingresar a la Cámara de Representantes, mientras que, hace ya cuatro días, la avenida Uruguay permanece cortada por manifestantes que pasan el frío al calor de las ollas populares.

Tras la explosión de la protesta, que incluyó la sustracción de móviles policiales y de bomberos y el corte de la ruta nacional 12, el gobierno provincial intenta reaccionar para recomponer la situación y anunció un nuevo aumento salarial para la totalidad de empleados públicos de la tierra colorada, algo que, por otro lado, ya estaba planificado de antemano.

De acuerdo al posicionamiento del Ejecutivo, la caída del poder adquisitivo se debe a “el desplome total de la economía nacional y, por consiguiente, de la recaudación provincial”. A ello, los manifestantes contestaron con pancartas que reflejan que “el problema es provincial”, debido a que los reclamos se remontan, incluso, a la gestión de Sergio Massa en el Ministerio de Economía de la Nación.

De hecho, no es la primera vez que los docentes irrumpen en la Legislatura, ya que en mayo del año pasado también ingresaron al edificio anexo en búsqueda de respuestas. Tampoco es novedad el acampe de retirados de la Policía y el SPP, que durante 2023 se instalaron varios días en la vereda de la Jefatura, mismo lugar donde por estas horas se llevan adelante nuevas negociaciones para destrabar el conflicto.

Sin dar porcentajes, el gobierno indicó que la suba salarial de mayo duplicará la inflación del 8% registrada por el Indec en abril, para que “los misioneros puedan mantener e ir recuperando su poder adquisitivo”. Asimismo, advirtió que la crisis económica “no habilita a alterar el orden público y la paz social”.

De su lado, los trabajadores estatales reclaman un 100% de aumento en el sueldo básico, que empuja la cadena salarial hacia arriba.

El policía retirado y cabecilla del reclamo policial, Ramón Amarilla, precisó ante los cientos de camaradas que se dieron cita en el Comando que “nuestro reclamo es netamente salarial”, al aclarar que “no tenemos intereses políticos, queremos sueldos dignos y por eso vamos a continuar hasta las últimas consecuencias; esto se va a terminar cuando el gobierno vuelva a dialogar con nosotros”, dijo luego de rechazar una primera propuesta del 15%.

La dirigente del FTEL Mónica Gurina se refirió al anuncio del gobierno y, en diálogo con La Trinchera, sostuvo que “no alcanza para nada”. Además, a la espera de una nueva reunión con las autoridades, fustigó contra los gremios oficialistas que sí ratificaron el acuerdo: “Los que han firmado son traidores a la clase trabajadora y a los docentes, así que nosotros seguimos levantando nuestras banderas y vamos a seguir luchando; esperamos que aparezca lo que necesita el conjunto de los trabajadores en Misiones”.

“El tema de la Policía, que comenzó después que nosotros, desarmó el bloqueo mediático que organiza la Renovación para impedir que el país conozca lo que está pasando acá”, añadió la referente y subrayó: “Hay un problema de la Nación pero también de la provincia, es histórica nuestra pelea porque los estatales somos pobres por una decisión política de la Renovación, que invierte dinero en cosas que no se ven”, le dijo Gurina a este medio.

Desequilibrios políticos

Mientras Misiones hace gala del equilibrio fiscal y se alía con el presidente Javier Milei en el Congreso de la Nación, que le valió el acompañamiento de los diputados misioneristas a la Ley Bases, la respuesta de la Casa Rosada fue armar un comité de crisis encabezado por la propia ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y el gobernador Hugo Passalacqua, desde el cual se envió a efectivos de la Gendarmería y de la Prefectura.

En ese marco, fue llamativo el mensaje del ministro de Gobierno, Marcelo Pérez, quien citando el eslogan de campaña de La Libertad Avanza, indicó que “dentro de la ley todo, fuera de la ley nada”.

Es que la meta final del discurso renovador es la de mantener las cuentas en orden, tal como refirió el vicegobernador Lucas Romero Spinelli, al expresar a los empleados públicos “que el aumento que vamos a darte es todo lo que podemos hacer para mantener el equilibrio”.

La coincidencia con la idea de Milei de superar el déficit a toda costa es remarcable. El presidente señaló ante empresarios que al ministro de Economía Luis “Toto” Caputo lo llamaría “chanchito de yeso”, porque “para sacarle un mango hay que romperlo todo”. Un epíteto similar le cabría a su par de la tierra colorada, Adolfo Safrán, mentor de los números verdes de la administración misionerista.

A la par de la coyuntura, en Misiones existe un problema de índole política, luego de un recambio generacional en la comandancia partidaria llevada adelante por Carlos Rovira en las últimas dos décadas.

El propio ingeniero químico promueve a la “Renovación NEO” como eje de la Misiones del porvenir. Ante ello, el surgimiento de jóvenes funcionarios con poca o nula experiencia política genera un clima propenso para la inquietud de las masas, aplacada hasta hace poco por la muñeca negociadora de antiguas figuras.

El caso paradigmático es el de el ex jefe de Gabinete y diputado nacional, Ricardo “el cura” Wellbach, el principal brazo dialoguista de las últimas gestiones del misionerismo, corrido de sus funciones a partir de este año. Incluso, fue el ex religioso el que destrabó los últimos choques con los agentes policiales.

La impericia alcanza al propio gobernador Passalacqua, quien todavía no se refirió públicamente al conflicto y se limitó a retuitear los comunicados, para lo cual cerró los comentarios en sus redes sociales. En ese contexto, los vasos comunicantes del oficialismo son escasos y poco eficientes y amenazan con desnudar de cara al país las realidades detrás del oasis vanguardista promulgado y sostenido por la Renovación.