Con Leonardo Cositorto preso y la estafa de Generación ZOE todavía caliente en la memoria de los infortunados inversores, desembarcó en la Argentina EVO Global, una nueva empresa que replica el mismo modelo de los esquemas piramidales.
La firma es propiedad del mexicano Germán Castelo y se trata de un desprendimiento de IM Mastery Academy, otro negociado fraudulento que terminó con una decena de presos en España acusados no sólo de estafa, sino de captar jóvenes con métodos descriptos como “sectarios”.
La organización existe como tal desde julio de este año, luego de que Castelo anunciara la separación de EVO Movement de IM Mastery Academy, donde participó por más de una década y se convirtió en uno de los “líderes” más importantes de la pirámide.
En apenas tres meses, la flamante marca de “marketing multinivel” ya tendió sus hilos en varios países de Latinoamérica y numerosas provincias de la Argentina, haciendo base en Córdoba, donde ofician de alfiles locales Facundo Romera y Conrado Capandeguy, a los que se sumaron cientos de “formadores” que ya estaban en IM, o bien, habían desarrollado sus actividades en negocios similares.
El pasado domingo 8 de octubre, precisamente en el hotel Quorum de la capital cordobesa, se realizó el Summit Argentina, evento que pretendió ser el lanzamiento oficial de EVO Global en el país, a donde llegó Castelo y su séquito piramidal.
Lujos por U$S 200 mensuales
En las distintas conferencias realizadas a lo largo y ancho del continente, se explica que, para ingresar a los beneficios de EVO Global, se debe abonar una membresía que ronda los 200 dólares mensuales.
La “EVO life”, el estilo de vida que vende la compañía de Castelo para “monetizar negocios a través de internet”, se basa en tres pilares, entre los que el interesado puede elegir: un servicio educativo, un sistema de ahorro para viajes y los ingresos residuales, los cuales se obtienen a partir del mecanismo de reclutamiento de más miembros.
Precisamente, es en la venta de esos “servicios” -a los que se suman chips de telefonía y suplementos dietarios- en lo que se basa el mexicano Germán Castelo para diferenciar, en numerosos videos publicados en sus redes, a su “empresa de marketing multinivel” de una clásica estafa piramidal.
El primer punto se trata de una “academia para abrirse al mundo”, la cual incluye cursos de idioma, así como de negocios e inversiones para formar emprendedores digitales, es decir, tutoriales al estilo de los que se pueden hallar en YouTube.
El siguiente pilar son los viajes, ya que “EVO Global da la oportunidad a las personas de poder comprar paquetes a precios mayoristas”, tal como refiere el cordobés Facundo Romera en repetidos eventos.
“La empresa se dio cuenta de que, con los miles de miembros que tiene, compra muchos paquetes de viajes, cruceros, hoteles y, al comprar por cantidad, obtiene precios súper bajos. Pero no gana por la reventa del viaje, simplemente gana por la membresía, entonces se lo deja al miembro al precio más bajo”, precisa el “networker” en su speech.
Asimismo, al describir a EVO Global, el conferencista explica que “somos un club de emprendedores que, a través de la información y el desarrollo personal, impactamos en la vida de las personas”.
Previo a explicar el último punto, el representante de la firma sostiene que “esto es un negocio como cualquier otro”, en el que “las personas que aprenden y desarrollan habilidades terminan pudiendo monetizarlas y viajar por el mundo y vivir un estilo de vida increíble, porque tuvieron la capacidad de ver algo que mucha gente no lo está viendo”.
Evolución piramidal
Romera se presenta como un ex estudiante de ingeniería que dejó la universidad para convertirse en “emprendedor digital”. Como él, todos los “embajadores” de EVO Global tienen historias similares: el mismo Castelo cuenta que era mozo antes de convertirse en una leyenda de la industria.
Las redes sociales -en las que tienen miles de seguidores y pocas interacciones- son aliadas a la hora de mostrar una vida plagada de jets privados, viajes alrededor del mundo y restaurantes y hoteles de lujo, «retiros de liderazgo» que los miembros del movimiento suelen realizar en manada.
De esta forma, instalan el mensaje de que el inversor puede lograr lo mismo: “La decisión es tuya, en qué equipo querés jugar”, dice Romera, antes de describir el “sistema de compensaciones” de la compañía, a partir del cual se puede generar ingresos “siendo embajador de EVO Global” y “armando equipos de trabajo”, un esquema de referencias por el cual la firma pagará comisiones por la publicidad “boca en boca”.
Entonces, haciendo ingresar a un amigo al club a través de un link personal, el miembro recibe un bono directo de 25 dólares. Si se recomienda a tres personas, un beneficio de 75 dólares y, además, 150 dólares adicionales, con lo cual la membresía de 200 dólares mensuales quedaría cubierta y generaría un excedente que impulsa al embajador a formar equipos más grandes.
Es ese mecanismo el que constituye una estafa piramidal, de acuerdo a las instituciones financieras de siete países que advirtieron sobre el accionar de IM Mastery Academy que, bajo la apariencia de la prestación de un servicio, presiona sobre los miembros para que estos involucren a más inversores, a modo de dejar de pagar la cuota y comenzar a ganar dinero con las inscripciones.
Incluso, la Policía Nacional de España -que en marzo del 2022 encarceló a ocho personas– calificó de “sectarias” las estrategias para captar más miembros. Entre los detenidos se encontraba el principal apuntado, el español Iván Briongos, con quien el cordobés Romera trabajó en otra empresa, denominada Awaken Dreamers, y a quien calificó como su mentor.
Al igual que en IM Mastery Academy y otras organizaciones similares, en el caso de EVO Global se podrá escalar en una jerarquía que va desde Go Pro, que implica tener a dos personas a cargo, hasta el nivel de Leyenda, en el que se llega a tener hasta 44.000 adherentes en la pirámide propia.
En el caso de Facundo Romera, por ejemplo, en las redes sociales de la firma lo felicitaron por alcanzar el nivel Diamond 15K, lo cual se traduce en un grupo de 500 personas bajo su tutela y un ingreso de 15.000 dólares en membresías, que a su vez lo posicionan como uno de los líderes más importantes de Latinoamérica.