Mediante el Decreto 739/24, el gobierno de Misiones ratificó un convenio con Servicios Urbanos SA (Susa) para la compra de 70.000 tarjetas QR con el fin de renovar el “obsoleto” Sistema Único de Boleto Electrónico (Sube).
El acuerdo entre la administración provincial y la compañía, formada por las marcas del grupo Zbikoski, surge a partir de la firma de un acta de entendimiento por la cual Don Casimiro, Tipoka, Nuestra Señora del Rosario y Bencivenga acordaron derivar los fondos que perciben todos los meses por el Sistema Integrado de Transporte Urbano y Metropolitano a favor de Servicios Urbanos SA, “para la total renovación tecnológica necesaria del actual Sube Misionero”.
Sin embargo, tras la dimisión de Bencivenga-Río Uruguay, que derivó en el llamado a licitación que ganó la empresa Transporte San José, la firma de Darío Skrabiuk no participará del proceso.
El mismo documento “crea los mecanismos y la instrumentación de los procedimientos necesarios con el objeto de proveer los recursos requeridos para la sostenibilidad económico-financiera y el fortalecimiento de la gestión de Servicios Urbanos SA”, debido a “su carácter de colaborador de la Administración Pública asignado por la Ordenanza XVI – N° 41”.
De esta manera, Susa se comprometió a la renovación tecnológica del “ya obsoleto sistema” de cobro del boleto de colectivo mediante tarjetas con chip, de las cuales alegan su escasez a nivel mundial.
Si bien se estableció que los plásticos serán destinados a beneficiarios de alguna gratuidad, como personas con discapacidad, adultos mayores y menores de edad que no cuentan con teléfono móvil, el convenio aclara que “podrán incluirse usuarios y/o los que determine el ministerio que posean dificultades para realizar el pago del boleto”.
Es que, ante la imposibilidad de reemplazar las tarjetas Sube extraviadas, numerosos pasajeros acudieron a solicitar el plástico con QR estático, que utiliza el mismo mecanismo que la aplicación para celulares.
A su vez, la empresa controlada por Marcelo Zbikoski se comprometió a suministrar los QR, mientras que la provincia asumirá el costo que insume la emisión, a un precio de 5 dólares cada una, es decir, 350.000 dólares por las 70.000 tarjetas.
En tanto, la cláusula tercera del acuerdo fijó en 831 pesos el precio del dólar, según la cotización del Banco de la Nación Argentina, “más diferencias de cotización que puedan surgir al momento de la efectivización del pago”, esto es, 4.155 pesos por unidad.
Actualmente, la punta vendedora cotiza en 898 pesos por dólar, lo que eleva el valor de cada plástico a 4.490, lo que significará una erogación estatal de 314.300.000 pesos.
La duración del contrato será de seis meses, a contarse desde el día de la suscripción de dicho instrumento o una vez emitidas las 70.000 tarjetas, lo que ocurra primero, pero “la autoridad establece la posibilidad de solventar la emisión de otras 70.000, en el caso de que la cantidad prevista se agoten, subsistiendo la necesidad de emitir mayores cantidades de tarjetas”.