El economista libertario Javier Milei asumió como presidente de la República Argentina y dio un discurso en el que prefiguró la hoja de ruta de lo que será su gobierno durante los próximos 1.461 días.
Luego de recibir los atributos de mando por parte del jefe de Estado saliente, Alberto Fernández, el líder de La Libertad Avanza habló en la escalinata del Congreso de la Nación, rodeado de los mandatarios y representantes internacionales, y de frente a una multitud que colmó la plaza.
“Hoy comienza una nueva era. Hoy damos por terminada una larga y triste historia de decadencia y declive, y comenzamos la reconstrucción de la Argentina”, comenzó diciendo Milei.
“La peor herencia”
Acto seguido, el presidente describió la “herencia” recibida y avisó que los meses venideros serán de mayor inflación y caída de la actividad económica, pero aseguró que “habrá luz al final del camino”.
“Ningún gobierno ha recibido una herencia peor que la que estamos recibiendo nosotros”, resaltó Milei e ilustró: “El kirchnerismo, que se jactaba de tener superávit gemelos, hoy nos deja déficit gemelos del 17% del PBI, 15% consolidado entre Tesoro y el Banco Central”.
De acuerdo al jefe de Estado, “la solución implica un ajuste fiscal en el sector público del 5% del PBI, que a diferencia de antes, va a caer casi totalmente sobre el Estado y no sobre el sector privado”.
Mientras el público pedía a gritos que aplique la “motosierra”, Javier Milei continuó exponiendo que “es necesario limpiar los pasivos remunerados del BCRA”, con tal de “poner fin a la emisión de dinero y con ello a la última forma de inflación”, lo cual será tarea del ministro de Economía Luis Caputo.
No obstante, el libertario adelantó que “aún cuando hoy dejemos de emitir, seguiremos pagando los costos del desborde monetario”, que se traducirá en mayor inflación para los próximos meses de diciembre y enero, de “20% y 40%”, respectivamente.
Milei expuso que “la economía no crece desde 2011”, y que “el empleo formal se mantiene en 6 millones de puestos y es superado por el empleo informal”. Además, resaltó que “el salario está ubicado en torno a 300 dólares, inferior a la época de la convertibilidad”.
“Nos han arruinado la vida, por eso no nos sorprende que el populismo nos deja 50% de pobres”, fustigó y, ante ese escenario, sostuvo que “no hay alternativa al ajuste”.
Terapia de shock
Sobre la modalidad con la que implementará su programa, Javier Milei criticó a los “gradualismos” y justificó su preferencia por los “programas de shock”.
“Para hacer gradualismo es necesario que haya financiamiento y, lamentablemente, tengo que decírselo de nuevo: No hay plata”, lanzó y subrayó: “La conclusión es que no hay alternativa al ajuste y no hay alternativa al shock”.
“Lamentablemente, eso impactará de modo negativo”, sinceró el primer mandatario y remarcó que “habrá estanflación”, esto es, parate de la actividad con mayores niveles inflacionarios. Sin embargo, avizoró que “es el último mal trago para comenzar la reconstrucción de Argentina”.
El 57° argentino en ocupar el Sillón de Rivadavia, luego de la creación del cargo de presidente, en 1826, se comprometió a que el ajuste sea “ordenado” y “caiga sobre el Estado y no sobre el sector privado”.
Es que “la situación de Argentina es crítica”, dijo Milei y argumentó que su administración “no buscó ni deseó tomar las duras decisiones que tomaremos en los próximo días, pero no nos han dejado opción”.
“En el corto plazo la situación empeorará”, graficó, aunque llevó tranquilidad al decir que “luego veremos los frutos de nuestro esfuerzo, las bases de un crecimiento sólido y sostenible en el tiempo”.